LOS ORIGENES
La raza ovina Charollaise es el resultado de una selección ligada a la historia económica de su región. A finales del siglo XVIII, la región que se extendía desde los macizos del Morvan a los pequeños valles del Charollais y a la llanura de la Breese, contaba con una población ovina denominada « Morvandelle », cuya principal salida era el abasto en carne de Paris. Con el desarrollo de la industria lanera, el nuevo objetivo de los ganaderos fue la mejora de la cualidad de la lana.
Desde 1820, la industria lanera conoció grandes dificultades, lo que animó los ganaderos a interesarse de más cerca a la producción de carne. Así, la importación de reproductores Leicester (comúnmente llamados Dishley) se desarrolló en los departamentos del Allier, de la Nièvre y de Saône-et-Loire. Los cruzamientos llevados a cabo con los ovinos locales permitieron la producción de un ovino más homogéneo. Ya en esta época, el nombre « Ovino Charollais » se citaba en algunos mercados.
Al principio del siglo XX, el ovino Charollais, conocido también bajo el nombre de « Mouton de Pays », constituía la mayor parte del hato regional. Pero después de la primera Guerra Mundial, la llegada del Southdown engendra una viva competencia y el hato de Mouton de Pays disminuyó hasta el punto de no existir mas que en algunos rebaños de la región de Charolles y de Montceau-les-Mines.
A partir de 1950, la búsqueda de canales más pesadas y con poca grasa vuelve a dar ventajas al Mouton de Pays.
En 1962, algunos ganaderos decidieron organizar la primera calificación de la raza que se llevó a cabo el 24 de agosto de 1963 en Palinges en Saône-et-Loire. El « Mouton de pays » fue definitivamente bautizado « Ovino charollais » y en este mismo año, estos ganaderos crearon el Libro genealógico de la raza.
Se necesita esperar hasta 1974 para que la raza sea oficialmente reconocida por el Ministerio de Agricultura francés. Entonces, se abrió el camino de los concursos nacionales y de las ferias oficiales al Ovino Charollais, presente ya en el Concurso General Agrícola de Paris desde 1972.
Luego, en 1975, la Asociación de criadores de Ovino Charollais de raza pura se transforma en UPRA (Unidad Nacional de Selección y de Promoción de la Raza) .
Procede de la región de Borgoña, Charolles, del departamento de Saône-et-Loire, Francia, por lo que es una raza de explotación extensiva o semi-extensiva, de gran rusticidad, capaz de adaptarse a muy diversas condiciones climáticas, que hace del Charollais una raza apreciada y se explique su extraordinario desarrollo en los países criadores de ovinos.
Es un ovino que presenta una excelente conformación con buen potencial de crecimiento y desarrollo. Presenta un buen conjunto de características de esqueleto y de canal (conformación, musculatura, aplomos) junto a un buen potencial de crecimiento y desarrollo: los machos adultos alcanzan entre 110 y 140 kilogramos y de 80 a 100 kilogramos las hembras.
La cabeza esta desprovista de lana y a menudo de pelo, presentando una pigmentación rosa o gris y a veces pequeños puntos negros.
La frente es amplia y las orbitas separadas. Las orejas son finas, largas y móviles, del mismo color que la cabeza.
El tronco es largo, sostenido por una línea dorsolumbar musculosa. El pecho es amplio y profundo. Las espaldas muy unidas al tronco.
Posee patas con excelente desarrollo muscular. Extremidades desprovistas de lana, bastante cortas, pigmentadas, pero nunca muy oscuras. Buenos aplomos y lana muy corta y fina (29 micras).
NOTABLES CUALIDADES
• Gran precocidad sexual: un numero considerable de hembras charollais (el 80 por ciento aproximadamente) se pone a cubrición a la edad de siete meses y paren al año, el resto, por su sistema de cría de un parto anual, no parirá hasta los dos anos. Las corderas paren, por termino medio, un mes mas tarde que las ovejas, es decir en marzo en lugar de febrero.
• Buena fertilidad: se sitúa a un buen nivel.
• Notable prolificidad para una raza cárnica: la prolificidad media de las ovejas inscritas en la UPRA en 1988, estaba próxima al 190 por ciento, los resultados de las 10 mejores ganaderías se elevan a más del 234 por ciento. Hay que señalar que estos resultados se alcanzan sin estimulación hormonal, en condiciones naturales, no practicándose la inducción al estro por medio de esponjas vaginales. Sin embargo, el uso de estas esponjas permite mejorar la prolificidad.
• Los partos de las ovejas Charollais son fáciles. Los corderos arrancan muy rápido gracias a la excelente capacidad lechera de sus madres, casi el 90 por ciento de los corderos gemelos se crían bajo la madre con niveles de crecimiento diario que alcanzan los 250 a los 260 gramos por termino medio. Por su parte, los corderos simples alcanzan crecimientos de más de 300 gramos.
EXCEPCIONALES APTITUDES CÁRNICAS
• Crecimiento Rápido: el cordero Charollais hace gala de un excelente potencial de crecimiento que lo sitúa entre las grandes razas cárnicas francesas. Los corderos, criados a pasto con un moderado suplemento, pesan a los 70 días entre 29 y 30 kilogramos, los machos simples; y entre 25 y 26 kilogramos los dobles.
Esta velocidad de crecimiento permite a los ganaderos producir, tanto en pureza como en cruzamiento industrial, corderos pesados sin que por ello tengan demasiada grasa. Las correspondientes canales pesan de 17 a 22 kilogramos según se trate de corderos precoces (sacrificados en junio) o de corderos un poco más tardíos acabados al principio del otoño.
• Canales sin comparación. La excelente conformación de las canales producidas esta suficientemente comprobada. Ya en los anos `70, estos corderos de hueso fino, piernas rollizas y chuletas con hermosos medallones, eran estimados por los entendidos y admitidos en el circulo de los corderos de carne de primera calidad. El Charollais está a la cabeza entre los corderos de pasto, que sus trozos nobles representan el 55 por ciento del peso de la canal.
